Las personas que trabajamos en el Proyecto VIVE estamos muy orgullosas de la comunidad y sororidad que hemos construido en tres años. Justo el 15 de junio de 2016 quedamos formalmente contratadas: las coordinadoras, gerentes y personal administrativo que sería responsable de implementar el Proyecto VIVE en México. Había programas similares, con más años de operación, con diferentes niveles de éxito e impacto; pero VIVE tenía que llegar a 30 mil personas en un año y ser potencialmente diferente.

El entusiasmo nunca se perdió, siempre vimos en los retos, oportunidades de mejora. . El equipo administrativo de heroínas VIVE, en un tiempo record, ha desarrollado capacidades, experiencia, conocimientos y mucha fortaleza. Gracias a todos los que trabajamos en el proyecto, nos convertimos en un referente de empoderamiento económico en las comunidades y ciudades en las que trabajamos. Una de las principales fortalezas (factor wow), es hacer con pasión, compromiso, sororidad y humanidad el trabajo. Cada “NO” nos fortalece y ofrece un reto para transfórmalo en oportunidad. Cuando se cierran puertas, tocamos ventanas hasta que se abren de par en par. Y cuando los aliados nos dicen sí, se enamoran, admiran y se fortalecen de nuestro trabajo.
La innovación y originalidad también han sido clave para nuestro éxito. En mayo, celebramos los Cafés con heroínas VIVE; estos no son más que reuniones de exalumnas VIVE, nuestras heroínas. Los diseñamos como eventos para saber qué hacen, también para aprender de ellas, hacer conexiones laborales y poner a disposición, los nuevos servicios que tenemos. Así mismo, durante el café, quisimos reconocer a las mujeres que aunque no han cursado VIVE, han resultado fundamentales porque han sido portavoces y aliadas para qué más mujeres lleguen al Proyecto. Estas heroínas son empresarias, comunicadoras, aliadas, funcionarias públicas, líderes comunitarias, etc.

El evento, Cafés con heroínas, se han realizado hasta el momento en 8 sedes. Tenían una duración de 2 horas aproximadamente en dos jornadas; mañana y tarde. Durante el evento, las historias que se compartían, tenían intereses colectivos haciendo de estas charlas experienciales una motivación para que más mujeres participen y se capaciten en el proyecto.
Asistimos al evento realizado en Milpa Alta, CDMX, en la cafetería Xocoatl, que desde hace 3 años han sido amigas y patrocinadoras locales gracias al apoyo y acompañamiento de la Fundación Va por México AC. Este lugar encantador, lleno de magia y calidez, fue el escenario perfecto para la reunión de exalumnas VIVE. Milpa Alta está a 4 horas aproximadamente de CDMX en auto. Aun así, una veintena de exalumnas se dieron cita en el metro más cercano, como a una hora de distancia. Ahí nos recogió un transporte de la Alcaldía, con quien estamos en negociaciones para una alianza formal.
Fue muy emocionante ver cómo se saludaban y preguntaban quién era su facilitadora o vinculadora, de dónde venían, qué hacían, etc. Me invadió esa emoción de los reencuentros de la escuela. Llegamos a una mesa espectacular, llena de regalitos y detalles VIVE. Hasta las manzanas tenían el logo. Isabel, asistente de CDMX, nos preparó unos pines con el logo y una pequeña taza. Fue un detalle adorable, nos hizo sentir las más esperadas. Laura y Marleen, la vinculadora y facilitadora, nos asignaron una actividad para conocernos y reconocernos. Laura es milpaltense, de las pocas mexicanas, que no se van de su pueblo, que se quedan para incidir y cambiar realidades para otras mujeres.
Escuchamos atentamente las historias, los éxitos y el impacto del Proyecto VIVE en sus vidas. Al escucharlas pudimos inferir que el Proyecto VIVE impacto en la vida de estas mujeres cuando más nos necesitaban. El Proyecto y todo el equipo han generado de cambio muy positivo en sus vidas. Muchas de ellas se recuperaron de una depresión, terminaron vínculos de violencia, se ocuparon de ellas, se reconocieron únicas y valiosas, y la persona más importante en sus vidas. Eso significa que el compromiso que Marleen les hace asumir, no se les olvida. Justo ser el amor de tu vida, vivir y ser feliz primero por ti y para ti.
En cuatro horas nos reímos, lloramos y aprendimos. En esos minutos nos quedó claro que, aunque las egresadas del Proyecto VIVE estén privadas de su libertad o hayan tenido la oportunidad de asistir a nuestro café, todas somos heroínas para nosotras, para cambiar nuestras comunidades
Quiero concluir con una reflexión, las heroínas, que hacemos parte de VIVE dejamos aquí el corazón. ¡Muchas felicidades y millones de gracias por estos tres años con tantas historias de éxito! Klaudida Gonzáles, coordinadora nacional del Proyecto VIVE.